Lo he escrito y lo repito: la actividad política (no la política entendida como un ejercicio racional) en nuestro país está repleta de analfabeto y no solo en su jerarquía media y de base, si no, también, en no pocos miembros de su cúpula o claque hegemónica-monopolizadora. En otras palabras, en la gerencia (¿?) de nuestra clase política hay, mas que analfabeto funcionales-beneficiarios, analfabetos emocionales.
Partiendo de esa innegable realidad, Hatuey De Camps -visto en un contexto global y examinado en múltiples coyunturas política-electorales- ha sido el juicio político que ha querido darle racionalidad al ejercicio de la política en medio de burundanga y roba la gallina.
Fue una perdida para el PRD salir de Hatuey, en mi opinión, el único dirigente perredeísta que garantizaba -después de Peña Gómez- una gerencia política efectiva y una permanencia internacional digna de la trayectoria del extinto líder que desde 1974 se labró un liderazgo sólido nacional e internacional.
Cierto que Hatuey nunca gozó de un liderazgo de arraigo de base en el PRD (se dejo proyectar -¿o así lo quiso?- como un sangrú y prepotente), sino más bien, de un liderazgo táctico-estratégico refrendado por el líder que siempre vio en él al arquetipo de dirigente sagaz y representativo del político maduro y templado.
Ahora que Hatuey emerge en esta coyuntura -buscado por Hipólito (algo increíble ¿eh?)- muchos se preguntan: qué buscará o qué ganará Hatuey con mediar en la arritmia política-electoral del PPH y el PRD. Sí porque la intención es clara: cesar al PRD.
Me atrevería a predecirlo: Hatuey buscará que el PRD -como sigla- no desaparezca. Lo demás: como por ejemplo, las próximas elecciones (él lo sabes bien), hace rato que, Hipólito y su PPH, la tiraron por la borda.
¿Agradecerá -post elecciones 2012- ese gesto de Hatuey, el PRD? Tengo mis dudas y temo que de nuevo sea crucificado. O peor aún, usado, luego, como chivo expiatorio de una derrota electoral. Cuídese de eso, Cacique. Cuídese.
Autor: Fco. S. Cruz Elnuevo Diario.
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