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El candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana de la Fuerza Nacional Progresista y de los demás partidos aliados, Danilo Medina, al ser consultado sobre un informe de Participación Ciudadana en el que se critica la superioridad numérica en vallas que tiene su candidatura sobre la de Hipólito Mejía, expresó que el coordinador de esa entidad, Samir Chami Isa, es un cuadro activista de la candidatura de Mejía y que en esa virtud estaba descalificado para ser un observador imparcial y objetivo en el presente proceso electoral.
Lo dicho por Danilo responde fielmente a la verdad. Resulta una inseriedad mayúscula querer negar, como se ha pretendido, los vínculos estrechos e íntimos de mi amigo y colega Samir Chami Isa con Hipólito Mejía y su familia, de lo que puedo dar testimonio personal que no permiten ningún margen de duda acerca de esta conexión política y personal.
Si bien es cierto que Samir Chami Isa no fue funcionario directo nombrado por decreto por Hipólito Mejía, no es menos cierto que fue un colaborador estrecho en el proceso que siguió a la recompra de las Edes a Unión Fenosa en las postrimerías del gobierno pepehachista, a la que se le pagó la suma de US$300 millones, a pesar de no costar un solo centavo, en un oscuro proceso de negociación que fuera llevado a cabo por el círculo íntimo del entonces Presidente de la República.
Samir fue favorecido por su amistad con la familia presidencial, para ofrecer servicios profesionales legítimos como abogado (lo que yo no critico) al servicio de la nueva administración de las Edes y sobre todo de las cien principales cuentas que fueron pignoradas, para ser destinadas al repago de los cientos de millones de dólares que se acordó pagarle a los españoles, que rememoraron a sus antepasados al marcharse de esta nación, cambiándonos espejitos por oro, con el concurso de un grupito de pillos pepehachistas que ostentaban altas funciones públicas.
El conocimiento que tengo de la relación Samir ñ Hipólito es tal, que en la prima noche del 16 de mayo del año 2004 fue una de las personas (amigo común) a quien contacté para enviar un mensaje al entonces Presidente de la República, en el sentido de que debía de reconocer el triunfo de Leonel Fernández en horas tempranas de la noche, para desactivar el desencadenamiento de una grave crisis político militar en ciernes, en ocasión del intento, por parte de grupos pepehachistas, de poner en práctica lo que se conoció después como el denominado Plan B, ante la derrota sufrida en las urnas.
Esa prima noche llamé por teléfono a Samir para un fin nacional importantísimo, porque tenía la certeza absoluta de la cercanía de él con la entonces familia presidencial, a la que él acompañó solidariamente en esos difíciles momentos de recibir la noticia de la derrota electoral de un absurdo e insólito intento de reelección presidencial.
Mi actividad en procura de que se convenciera a Hipólito Mejía de lo que finalmente hizo (luego de que el presidente de la Junta Central Electoral, el Embajador Americano y Mons. Agripino Núñez Collado revelaran abruptamente los resultados electorales, en el sentido de que Leonel Fernández había ganado), llegó incluso a una conversación telefónica mía con el entonces Presidente alrededor de las ocho de la noche, en la que participaron, vía conferencia telefónica, el amigo común, César Suárez y Fello Suberví, que fue candidato vicepresidencial.
Lo que Danilo Medina ha hecho es poner en alerta al país de cuál es el papel real de la actual vocería de Participación Ciudadana en esta contienda, que no es otra que servirle de caja de resonancia a la absurda estrategia del PPH de desacreditar la Junta Central Electoral y el proceso que está organizando, y llevar a la opinión pública y a la Comunidad Internacional la falsa idea de que el PLD y sus fuerzas aliadas van a retener el poder el 20 de mayo próximo, en base a un fraude y del uso abusivo de los recursos del Estado a favor de Danilo.
Samir, a quien conozco desde muchacho, es simplemente un instrumento de un cerebro que está detrás, oculto, y que se ha jactado durante años de nombrar a su conveniencia a los coordinadores de Participación Ciudadana, organización en la que reconozco que hay mucha gente buena que no está consciente de los amarres y acuerdos de aposento de algunos con el desacreditado Grupo PPH, para narigonear y manipular el comportamiento de la misma en el presente proceso electora..
El grado de desesperación de esta comparsa PPH-PC ante el desplome de Hipólito de fin de año y el ascenso vertiginoso de Danilo y doña Margarita fue tal, que se decidió tratar de oxigenar la declinante candidatura pepehachista, tratando de suscitar el tema de las vallas en favor de Danilo como un hecho criticable y reprochable de uso de dinero público, sin aportar la más mínima prueba de que éste está siendo usado para esos fines.
La inversión de valores que afecta a nuestro país es tal, que esa misma organización “líder” de la sociedad civil que le preocupa que Danilo tenga más vallas que Hipólito, es la misma que guarda silencio cobarde y cómplice, cuando estalla el escándalo de que un extraditable por narcotráfico tenía la ciudad llena de vallas, con su cara junto a la de Hipólito Mejía, hecho que en cualquier parte del mundo hubiera traído como consecuencia una investigación electoral criminal acerca del manejo de esa campaña.
Felicito a Danilo Medina públicamente por el valor y la responsabilidad que tuvo en revelar lo que está detrás de la vocería de Participación Ciudadana en esta contienda electoral y cuáles son sus reales fines.
Listin Diario. 
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