El anunciado paro del próximo lunes, si es que sus organizadores insisten en realizarlo, podrá tener éxito relativo o total y a mayor éxito, mayor pérdida para los miles de trabajadores y empresarios que pierden su día, y el país.
Como a los huelguistas no les importa, quizás valga la pena recordar que la mayor parte de la población económicamente activa del país vive de lo produce cada día, no en empleos formales, sino en pequeños talleres, buscándosela en las calles y mercados, o en un carro y guagua de concho y de las mil maneras que el ingenio humano ha encontrado para sobrevivir.
Todas esas personas perderán ese día, y con ello agravarán su condición de pobreza. Posiblemente, cientos de niños pierdan alguna comida ese día.
No pretendemos ser dramáticos, pero ¿en nombre y a favor de quién es que los convocantes están haciendo su huelga? No parece que sea a favor de los pobres de este país.
Esas causas trasnochadas y ajenas al interés del pueblo deben ser rechazadas por la población sensata.
De Diario Libre
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