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viernes, 8 de julio de 2011

Crónica de una estrategia fracasada,,,,,Tomado de almomento.net

Estamos seguros, que en un escenario electoral centrado en el debate de propuestas programáticas Hipólito y el PRD, saldrían derrotados por falta de propuestas programáticas, por lo desastroso de sus administraciones, y, sobre todo, porque Hipólito Mejia es un pésimo político-candidato sin crédito nacional ni internacional. Pero mas que ello, porque ya una vez -2000-2004- quebró el país ética e institucionalmente.-En otras palabras, Hipólito (“Llegó pa’trás”), es un peligro público de boca y de hecho. Y ése peligro público, sin vergüenza alguna, es lo que el PRD propone como candidato. ¡Que desgracia!.

En este nuevo escenario -y en voces de esos voceros- ya Danilo Medina no tiene ni cualidades ni méritos, a menos, que se distancie de Leonel

Hubo un tiempo -casi todo el transcurrido hasta la elección de Danilo Medina comocandidato del PLD- en que el PRD, sus voceros y sus aliados mediáticos centraron todo sus esfuerzos mediáticos y de campaña en una estrategia de triple vía: a) elogiar las cualidades y los méritos de Danilo Medina; b) satanizar e interpretar los intentos reeleccionistas dentro del PLD como una trama en contra de Danilo Medina; y c) alimentar, en la opinión pública, una percepción equivocada: que el PLD estaba dividido.

De más esta decir que esa estrategia fracasó porque en el fondo perseguía: 1) fomentar un enfrentamiento irreconciliable Danilo-Leonel; 2) alimentar la idea -ilógica-irracional- de extrapolar el error garrafal de Jorge Blanco de 1986 (que prefirió a Balaguer frente aJacobo Majluta); y 3) vender la idea de que el PLD no alcanzaría el millón de votos en sus primarias, a sabiendas de que el PLD optó por su padrón cerrado (sólo de miembros), mientras que el PRD por uno semi-abierto (porque no tiene padrón).

Ante el fracaso estrepitoso de esa estrategia, los voceros y aliados mediáticos del PRD, presurosos ahora enfilan sus cañones hacia Danilo Medina, el PLD y el gobierno.

En este nuevo escenario -y en voces de esos voceros- ya Danilo Medina no tiene ni cualidades ni méritos, a menos, que se distancie deLeonel y de que se convierta en un crítico del gobierno de su partido. Tal pretensión (esta última) si no es un chantaje infantil, es, por lo menos, una aspiración pendeja.

Casi nada exigen estos genuflexos coyunturales que escriben, hablan y “analizan” con el credo en la boca y mirando hacia atrás, pues, temen que su candidato (Hipólito Mejía) los deje sin argumento y mal parados con una mala palabra, la irrupción-exhibición de Pepe Goico (su reciente participación en “El gobierno de la mañana” fue de antología y un monumento al “tiguerage”), o aquel decreto donde se asciende a capitán a Quirino (¡que gobiernazo: 2000-2004!).

Hoy los estrategas del PRD y su aliados mediáticos (periodistas dizque “independientes”, tránsfugas y perredeístas que les da vergüenza decir que lo son) procuran que el debate electoral discurra entre chercha,roba la gallina, la no exhibición en público de Pepe Goico y de otros personeros de funesta recordación; y, por supuesto, de querer amarrarle la boca a Hipólito (¿lo podrán?: lo dudo).

Por iguales razones, ni por el diablo (esos voceros) quisieran que el debate electoral se centrara sobre la base de propuestas programáticas, evaluaciones puntuales sobre las diferentes administraciones peledeístas y perredeístas; o sobre las cualidades ética-académica-profesionales de los candidatos para que las mayorías nacionales se hagan una idea exacta de ambos candidatos (Hipólito yDanilo), sus partidos, sus gobiernos, y, en consecuencia, a la hora de votar emitan un voto de conciencia a favor del partido y del candidato que mejor encarne sus aspiraciones como país.

Sin embargo, consciente de esa aviesa intención -del PRD, sus voceros y sus aliados mediáticos-, Danilo Medina, el PLD y el Bloque Progresista deben articular una contra-estrategia que persiga poner en el centro del debate electoral las propuestas programáticas de los candidatos y el debate público de esas propuestas en televisión nacional.

De otra manera, el escenario de chercha y de carnaval que es toda campaña política-lectoral en nuestro país (escenario al que apuesta elPRD), terminaría con una oportunidad única y pedagógica: que la sociedad dominicana centre su atención en el debate público y televisado sobre los  problemas histórico-estructurales que imposibilitan su desarrollo integral y sus posibles soluciones o superación, en el discurso propositivo de sus aspirantes presidenciales.

Estamos seguros, que en un escenario electoral centrado en el debate de propuestas programáticas Hipólito y el PRD, saldrían derrotados por falta de propuestas programáticas, por lo desastroso de sus administraciones, y, sobre todo, porque Hipólito Mejia es un pésimo político-candidato sin crédito nacional ni internacional. Pero mas que ello, porque ya una vez -2000-2004- quebró el país ética e institucionalmente.

En otras palabras, Hipólito (“Llegó pa’trás”), es un peligro público de boca y de hecho. Y ése peligro público, sin vergüenza alguna, es lo que el PRD propone como candidato. ¡Que desgracia!.

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