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jueves, 1 de diciembre de 2011

MEMORIA CONTRA OLVIDO,,9 de Diciembre del 2002 ,, La imagen del Gobierno en picada.

Todas las ejecutorias del presidente Mejía eran acogidas por la mayoría y “cuando metía la pata” se lo tomaban a chiste, ahora las cosas han cambiado  .
 

Por Carlos O. Pérez
Con la sombra de la reelección a cuestas, los planes sociales incumplidos, la presión de los impuestos, el poco circulante, la profundización de la crisis energética y, para colmo, los casos de corrupción en los que están envueltas personas del entorno del presidente Hipólito Mejía, hacen que la imagen de su gobierno experimente un progresivo deterioro.
A este rosario de cosas negativas le siguen las alzas en la prima del dólar, el golpeo al sector empresarial, el desempleo, el alejamiento de las zonas francas, las alzas en el precio del barril del petróleo y la carrera de endeudamiento del Gobierno, que a juicio de expertos y políticos se está hipotecando el futuro del país.
A este panorama sombrío que arropa la imagen gubernamental se suman las diferencias abiertas que existen entre el Proyecto Presidencial Hipólito (PPH) y la dirección del PRD, que ponen en tela de juicio la relación partido-Gobierno.
El propio jefe de Estado admite que los casos de corrupción le están haciendo daño, pero le saca el cuerpo afirmando que cada quien es responsable de sus actos, que él se cuida de manera particular y que todas las actividades contrarias a la ley serán denunciadas y sancionadas.
El gobierno de Mejía no ha sabido administrar los bienes con que contó al inicio de su mandato, en el 2000: sin oposición, con un Congreso Nacional que apoya todas sus iniciativas y con los sindicatos y organizaciones populares silenciados.
Los vientos favorables que encumbraron la imagen de este Gobierno han mermado por la situación de crisis económica a nivel mundial, que tiene su mayor agravante en las alzas del petróleo.
Todas las ejecutorias del presidente Mejía eran acogidas por la mayoría y “cuando metía la pata” se lo tomaban a chiste, ahora las cosas han cambiado.

LA CRISIS ENERGÉTICA
El problema energético ha sido el principal escollo de la presente administración, donde las empresas generadoras y las distribuidoras cobran cada día más por un servicio que, paradójicamente, es más deficiente.
No han valido las protestas populares que han costado las vidas a varias personas. El Gobierno luce maniatado porque en tres ocasiones el mandatario ha querido “meter en cintura” a las empresas distribuidoras, pero al final éstas hacen lo que les da la gana, poniendo en entredicho la palabra empeñada del jefe del Estado. El más reciente acuerdo entre el Gobierno y las distribuidoras fue de ofrecer no menos de 20 horas de luz a los sectores pobres y aumentar la tarifa en un 200 y hasta un 300% a la clase media y alta, y de esto sólo se cumplió lo último.

LOS CASOS DE CORRUPCIÓN
Unas de las promesas de campaña del presidente Mejía fue la de meter presos a los funcionarios de la anterior administración que hubiesen incurrido en actos de corrupción. Sin embargo, nadie del gobierno peledeísta guarda prisión por prevaricación, pero sí del actual gobierno del PRD.
Hasta el momento varios inspectores de la Presidencia y ayudantes civiles del presidente de la República han sido sometidos a la Justicia acusados de corrupción, asociación de malhechores, abuso de confianza y tráfico de drogas e influencia. Tres de estos funcionarios han muerto en hechos poco claros.
Dos cónsules en Haití fueron sometidos a la Justicia por tráfico ilegal de indocumentados chinos y por drogas.
Pero la gota que derramó la copa fue el escándalo en el que está envuelto el jefe de la Avanzada Presidencial, coronel Pedro Julio Goico Guerrero, acusado de un fraude en contra del Banco Intercontinental por RD$40 millones. La tarjeta objeto del escándalo estaba asignada al jefe del Estado desde la transición.
La reciente declaración del mandatario de que Pepe Goico no es el único bandido, porque a su juicio ocho de cada diez dominicanos los son, le restó unos cuantos puntos a la imagen en picada del Gobierno.

SITUACIÓN ECONÓMICA
En la pasada campaña presidencial, Mejía le criticaba al gobierno del PLD y a su candidato que aunque había crecimiento económico hacía falta “el boroneo” para los más pobres.
La política económica “del boroneo” ofertada en campaña no se ha sentido, en cambio hay muy poco circulante en las calles. Inclusive en víspera de las Navidades no se nota dinamismo en los comercios.
La pretensión de colocar nueva vez US$600.0 millones en bonos soberanos da la impresión de que el Gobierno no tiene otra salida que ésa para pagar la deuda interna de corto plazo y embestir la presión de la prima del dólar.
El visible incremento de las cargas impositivas, unido a la falta de compensaciones a los sectores que aportan, amén de que el poder adquisitivo del peso es cada vez más reducido, así como el sombrío panorama internacional, parecen no abrir espacio para que se cuele una luz al final del túnel.
La mayoría de las promesas del “paquetazo social” no se han cumplido, inclusive se eliminaron los subsidios al gas licuado de petróleo y a la tarifa energética, lo que es otro revés para el Gobierno, aunque los funcionarios de esta área hablan de logros que no se perciben más allá de las páginas de los periódicos.

[Perspectivas]
El 2003 es un año de campaña electoral con vista a las elecciones presidenciales de 2004 y además comienza el período más crítico para cualquier administración. Los funcionarios descuidan su trabajo por la política y los partidos de oposición inician un ataque despiadado en contra del Gobierno de turno.
Será en este año también cuando se despejen todas las dudas en torno a la posible repostulación del presidente Mejía.

Revista(A)HORA/POLITICA

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