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miércoles, 19 de octubre de 2011

MEMORIA CONTRA OLVIDO,,Repostulación incompatible; ramón núñez ramírez | hoy.com.do | 18-10-2003

Tomado del periodico hoy.com.do 18-10-2003 via perspectiva cuidadana ,, El décifit de confianza que arrastra el gobierno del agrónomo Hipólito Mejía, causante fundamental de la fuga de capitales y la devaluación monetaria, se ha acrecentado por la recompra de las acciones de Unión Fenosa y por la persistencia en mantener una repostulación incompatible con las políticas austeras imprescindibles para recuperar la credibilidad y la estabilidad macroeconómica.
Tras una década de impresionante crecimiento con estabilidad, recibiendo los mayores elogios de los diferentes organismos internacionales, el país ha perdido el rumbo, la moneda y el bolsillo de los dominicanos y las dominicanas se ha reducido a la mitad, el clima para la inversión se ha erosionado y lo que es peor, el incumplimiento de los topes con el Fondo Monetario Internacional y la persistencia en una candidatura que no cuenta con las condiciones económicas para triunfar, amenazan con llevar al país a un colapso financiero y a una crisis social.
No se trata de una oposición sacando partido de la crisis económica más grave en los últimos 45 años o del rechazo de la mayoría del país al continuismo, es que ya las empresas clasificadoras de riesgo hablaron, también los organismos multilaterales aceleran del desastre que se nos viene encima, mientras, el Presidente y todo su equipo de campaña continúa actuando de espaldas a una situación que se deteriora de día en día y puede desembocar en una corrida de la moneda, el colapso del sector financiero y, por supuesto, la pérdida de la paz social por el aumento de la pobreza.

Dos de las más importantes empresas clasificadoras de riesgo crediticio de los Estados Unidos, Moody's y S& Poors, redujeron la calificación del país, lo cual en principio afecta el clima de inversión y encarece los costos financieros para el país. Otros como J.P. Morgan, importante entidad financiera Norteamericana, considera que la prioridad del gobierno es la reelección por encima de la estabilidad macroeconómica y pronostico una cesación de pagos el próximo.
También la unidad de inteligencia de la prestigiosa publicación Británica The Economist manifestó su preocupación por el crecimiento de la deuda externa, el cambio en la composición de esta, el gasto excesivo gubernamental.
The Economist, al igual que J.P. Morgan, consideran difícil un cambio en el curso económico si el Presidente Mejía insiste en correr en las próximas elecciones.
Todos estos informes coinciden en la inconveniencia de una repostulación frente a la necesidad de adoptar austeras políticas económicas, el peligroso incremento de la deuda externa, especialmente después de la recompra de las acciones de Unión Fenosa, y la posibilidad de que el país enfrente el próximo año graves dificultades para cumplir los compromisos derivados del servicio de la deuda externa.
Servicio de la deuda externa que será una dura prueba para este gobierno, pero muy especialmente para el que surja de la consulta cívica del próximo 16 de mayo, habida cuenta del monto de los compromisos para el próximo año, rondando los 900 millones de dólares, más un comportamiento de la balanza de pagos, especialmente la cuenta de capitales, que lamentablemente augura serias dificultades que podrían conducir, como temen los informes citados, a una cesasión de pagos en el corto plazo.
En los últimos diez años la cuenta corriente de la balanza de pagos (donde se computan las exportaciones de bienes y servicios menos las importaciones) fue deficitaria, pero era perfectamente compensada con el ingreso de capitales, especialmente inversión extranjera o repatriación de capitales locales atraídos por la estabilidad cambiaria y los impresionantes niveles de crecimiento. En el primer semestre de este año las cuentas nacionales experimentaron un cambio radial. La cuenta corriente fue superavitaria con mucho (464.3 millones de dólares) y la de capital experimentó un saldo negativo de US$88.8 millones a pesar del ingreso de los bonos soberanos por 600 millones de dólares.
Con una cuenta de capital negativa, como consecuencia de la fuga de capitales y además la reducción de la inversión extranjera por el enrarecimiento del clima, no hay manera que la cuenta corriente pueda equilibrar la balanza de pagos y sencillamente se producirán nuevas devaluaciones del peso y la imposibilidad de cumplir con el servicio de una deuda externa duplicada en menos de tres años, a menos que las autoridades cumplan estrictamente con un programa de austeridad, respeten los términos del acuerdo con el FMI y contribuyan a restaurar la confianza imprescindible para la inversión y retiro de capitales.
La realidad, saliéndonos del complicado lenguaje de las cifras y las cuentas nacionales, es que la situación del país, con un acuerdo en suspenso y tantos informes negativos pero reales, es sumamente grave y en más porque las autoridades siguen insistiendo en un continuismo que constituye el principal factor de desconfianza tanto para los agentes económicos como para los suspicaces mercados de capitales.
El tiempo de maniobra y los grados de libertad se le están agotando al Presidente Hipólito Mejía que tiene ante sí la disyuntiva de seguir jugando a la política, creando las condiciones para una desgracia nacional, o actuar como un estadista sacrificando sus justas aspiraciones personales y entregarse a la gran obra de retornar a la estabilidad macroeconómica y a la creación de un clima de paz y tranquilidad que conduzcan a elecciones transparentes y relevo, de su partido o de la oposición, sin traumas.

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